No hay una edad para volverse emprendedor, cualquier buena idea puede lanzarte a probar tus ideas o volverse un imperio multimillonario. Te contamos algunos casos:
Flynn McGarry
Apodado el Justin Bieber de la gastronomía, este joven estadounidense comenzó a cocinar cuando tenía apenas 11 años a través de libros de cocina y videos de YouTube. En el comedor de su casa ofrecía un menú de 12 platillos a sus comensales. Incluso fue invitado a preparar los menús de varios restaurantes. Al terminar la preparatoria, cuando tenía 16 años, se mudó a Nueva York y abrió su propio restaurante: Eureka NYC.
2. Leanna Archer
A los 9 años Leanna comenzó a vender productos de limpieza para el cabello en frascos de comida para bebé a partir de las recetas de su abuela. A los 16 años abrió su compañia, Leanna’s Essentials, especializada en productos para el cuidado del cabello. Hoy en día su empresa factura 100 mil dólares al año y con sus ingresos creó una fundación para ayudar a niños de bajos recursos en Haití, su país de origen.
3. Julián Ríos Cantú
Este emprendedor mexicano ganó el Global Student Entrepreneur Awards 2017. Julián fue el primer mexicano en ser galardonado por la creación de un sostén que detecta el cáncer de mama, mismo que patentó cuando a los 18 años y desarrolló junto con su compañía, Higia Technologies.
4. Nick D’aloisio
Este joven británico creó la aplicación Summly cuando tenía tan solo 16 años. Summly recoge noticias de distintos temas y fuentes y los resume en un párrafo de 400 caracteres. Poco tiempo después de haber salido al mercado, Yahoo! compró la iniciativa y lo hizo millonario.
5. Cesare Cacitti
Este joven italiano les pidió a sus padres durante un año que le compraran una impresora 3D sin mucho éxito. Ante su fracaso, optó por una nueva estrategia: pidió que le compraran las piezas para poder armar su propia impresora. Sin conocimientos técnicos y a base de tutoriales de internet, Cesare consiguió armar su propia impresora 3D funcional. Su caso fue tan reconocido que las universidades lo invitaron a dar pláticas sobre su experiencia y explicar a estudiantes el funcionamiento de las impresoras 3D. A sus 16 años comenzó a buscar socios para concretar su propia empresa y vender impresoras a un bajo costo.