Gran parte del crecimiento afectivo y social de los adolescentes se relaciona con encontrar su lugar en el mundo. Mantener una buena comunicación con ellos puede ayudarlos a conseguirlo. ¿Sabes cómo hacerlo?
La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. También, es un periodo de preparación para la edad adulta en la que los jóvenes experimentan, entre otras cosas:
La transición hacia la independencia social y económica.
El desarrollo de la identidad.
La adquisición de las aptitudes necesarias para establecer relaciones de adulto.
Asumir funciones adultas.
La capacidad de razonamiento abstracto.
Sin embargo, aunque en la adolescencia nuestros hijos experimentan un crecimiento excepcional y desarrollan un gran potencial; también es una etapa de riesgos, como caer en adicciones o depresión.
Estos riesgos existen porque, en el intento de nuestros hijos de encontrar su identidad, se ven expuestos a muchas presiones sociales. Las cuales, si no las saben manejar, pueden llevarlos a correr riesgos. Por otro lado, si saben sobrellevarlas, crecerán y resplandecerán como seres humanos y futuros profesionales.
¿Sabías que una buena comunicación con tus hijos es clave para su desarrollo?
Para culminar con éxito la formación de su carácter, los adolescentes de entre 15 y 18 años dependen, entre otros factores, de su familia y de su prepa. Nosotros somos los responsables de promover su desarrollo y adaptación a los nuevos retos de la vida; e intervenir eficazmente cuando surjan problemas.
La evidencia generada por la investigación psicológica a lo largo de estos años, permite concluir que la relación con los padres es un poderoso factor protector de conductas de riesgo en adolescentes.
Revista Interamericana de Psicología
Estudios han demostrado que cuanto más alentemos la expresión de necesidades y aspiraciones personales de sus hijos, los jóvenes tienen más confianza de acercarse a nosotros a buscar consejo. Asimismo, la comunicación familiar funcional permite el desarrollo de un autoconcepto positivo.
Logra una comunicación eficaz con tu adolescente
Ahora que quedó más clara la importancia de estar cerca de nuestros hijos en esta etapa tan crucial, te vamos a dar algunos tips para que fortalezcan el lazo familiar, sin que él o ella se sientan invadidos.
Busca maneras creativas de acercarte a ellos
El tener el deseo de comunicarnos con ellos, implica una disposición activa y aceptar adaptarse a su edad. Esto no se trata de ‘hacerse amigos’; sino de volvernos más flexibles. Recordemos que en esta última etapa, ellos buscan ser independientes. Si respondemos negativamente a cualquier cosa que nos digan, solo los alejaremos. Debemos mostrar interés por lo que están viviendo, por comprender y apreciar sus gustos, aumentando también nuestra capacidad de negociar permisos y autonomía.
Encuentra el momento perfecto para hablar con ellos
Es importante tener mucho cuidado con el ambiente, el lugar y la situación en que intentamos conversar con nuestros hijos. Tratar un tema importante en un mal momento, puede resultar contraproducente.
Escucha, procesa, comprende… y luego habla
Recuerda que tú viviste en un contexto completamente diferente a ellos, no quieras forzarlos a que piensen como tú. En este sentido, tú debes mostrar tu inteligencia emocional y madurez, y guiar las diferencias a acuerdos y no a peleas. Esto, ayudará a que tus adolescentes te respeten y aumente la confianza en ti.
Respeta su intimidad
En esta etapa se deben hablar temas fuertes, como el sexo, las drogras, el alcohol y todos los riesgos que pueden correr. Sin embargo, son ellos los que tienen que dar el primer paso.
Por otro lado, es normal que queramos saber en todo momento qué hacen y con quién; qué pasa por su cabeza y qué piensan hacer de su vida. Pero, igualmente, ellos se acercarán con nosotros cuando estén listos. Si nosotros comenzamos a hablarlo, lo sentirán como una invasión a su privacidad y como un sermón.
Esperamos que estos consejos te hayan servido, y no olvides ponerlos en práctica para mejorar la comunicación con tus adolescentes.
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